El solar se encuentra situado al borde del pueblo, en una zona mixta de tejido residencial unifamiliar y algunos edificios dotacionales.
La propuesta ofrece un lugar tranquilo para aprender y jugar, protegiendo al niño del ruido excesivo del exterior.
La calle que da acceso al nuevo edificio, es una calle relativamente estrecha, por lo que el proyecto se retrasa respecto al límite del solar, creando un espacio público que despeja la zona de llegada al nuevo centro.