El área de Maternidad llevaba más de 40 años sin reformarse, por lo que los espacios obsoletos, diseñados bajo criterios de atención al parto de hace 4 décadas, estaban frenando la actualización de la atención al parto.
Unas pequeñas estancias de dilatación, sin luz natural ni intimidad o espacio suficiente, junto a unos paritorios equipados como quirófanos, perpetuaban el desarrollo del parto secuencial.
Las matronas lo sufrían desde hace años, y fueron ellas quienes demandaron y propulsaron la adecuación de los espacios.