El concurso plantea una solución de residencia para estudiantes en el Campus de la Universidad de León utilizando sistemas constructivos prefabricados en madera. En las premisas del concurso, existían varias localizaciones posibles, por lo que el proyecto propone un sistema de ocupación que puede adaptarse a distintos solares, más que un edificio concreto.
Por ello la propuesta apuesta por un sistema independiente e isótropo, que funciona con sus propias leyes internas, independientes del lugar en el que se ubiquen.